Cuando hablamos de un proyecto técnico de instalaciones, no nos referimos solo a un documento administrativo o una formalidad para conseguir una licencia. Nos referimos a una pieza clave dentro del desarrollo de cualquier actividad industrial, comercial o de servicios. Este proyecto es lo que garantiza que cada instalación —eléctrica, térmica, sanitaria, contra incendios o de climatización— funcione correctamente, cumpla con la normativa y sea segura tanto para personas como para la actividad que se va a desarrollar.
A lo largo de nuestra experiencia ejecutando proyectos de edificación industrial, implantación de equipos, diseño de instalaciones eléctricas, protección contra incendios y más, el proyecto técnico ha sido el eje de cada decisión bien tomada. Vamos a desglosar qué es, cómo se estructura, qué instalaciones lo requieren y cómo lo desarrollamos desde una visión integral apoyada en metodología BIM.
Un proyecto técnico de instalaciones es el documento elaborado por un profesional competente —normalmente un ingeniero o ingeniero técnico— que describe, justifica, calcula y define todos los elementos de una instalación.
No es un trámite cualquiera. Sirve para:
Obtener licencias y autorizaciones administrativas
Garantizar la seguridad de las personas y de los equipos
Cumplir con las normativas técnicas específicas (REBT, RITE, RIPCI, etc.)
Planificar adecuadamente la ejecución de la instalación
Coordinar con otros técnicos (arquitectos, aparejadores, instaladores)
En nuestros proyectos, el desarrollo de estos documentos no se hace de forma aislada. Siempre se integra en un proceso completo que incluye:
Análisis de viabilidad técnica
Coordinación con arquitectura e instalaciones existentes
Supervisión durante la ejecución
Legalización ante los organismos competentes
Gracias a esta visión integral, podemos acompañar al cliente desde el diseño hasta la puesta en marcha real, sin sorpresas ni sobrecostes.
No todas las instalaciones requieren un proyecto técnico, pero muchas sí. Especialmente en el entorno industrial, donde intervienen elementos de alto riesgo o gran complejidad.
Instalaciones eléctricas de alta y baja tensión
Instalaciones térmicas (climatización, calefacción, ACS)
Instalaciones de protección contra incendios
Instalaciones de gas
Instalaciones de almacenamiento de productos químicos (APQ)
Instalaciones de presión (aparatos a presión, compresores, etc.)
Sistemas de ventilación industrial
Instalaciones con riesgo de accidente grave (SEVESO)
Por ejemplo, en la implantación de una nueva industria que incluye maquinaria pesada, sistemas de climatización específicos, almacenamiento de productos peligrosos y sistemas eléctricos trifásicos, cada uno de estos sistemas requiere su propio proyecto técnico detallado.
Es aquí donde entra el valor de contar con un equipo multidisciplinar, capaz de desarrollar todos los proyectos de instalaciones integrados y coordinados entre sí, asegurando que no haya interferencias ni errores.
Desarrollar un buen proyecto técnico implica mucho más que redactar un documento. Implica entender el entorno, las necesidades del cliente y los requisitos normativos.
Toma de datos y análisis preliminar
Estudio de necesidades del cliente
Revisión de la normativa aplicable
Análisis del entorno físico y urbanístico
Diseño técnico
Cálculo de cargas, caudales, consumos y potencias
Selección de materiales y equipos
Diseño de esquemas unifilares, planos, diagramas
Redacción del proyecto
Memoria técnica descriptiva y justificativa
Pliego de condiciones
Presupuesto
Planos detallados
Estudio básico de seguridad y salud
Presentación ante organismos
Entrega ante el colegio profesional
Registro en Industria u otros entes
Solicitud de licencias municipales
Supervisión de obra y legalización
Dirección técnica durante la ejecución
Certificación final
Legalización con boletines y certificados
Cada una de estas fases requiere experiencia, atención al detalle y conocimiento técnico. Por eso en nuestro equipo trabajan especialistas por cada tipo de instalación, desde electricidad hasta climatización, para asegurar que cada documento es riguroso y ejecutable.
Un proyecto técnico de instalaciones debe cumplir tanto con un formato legal como con contenidos técnicos específicos. Aunque puede variar según la instalación, suele incluir:
Memoria técnica: explica qué se va a instalar, por qué, cómo y con qué materiales.
Cálculos justificativos: desde dimensionamiento eléctrico hasta caudales de ventilación.
Planos: planta, sección, esquemas eléctricos, distribución de elementos.
Presupuesto: con partidas y desglose por capítulos.
Pliego de condiciones: con normativa de referencia, materiales permitidos y ejecución.
Estudio de seguridad y salud: obligatorio para todas las obras.
Anexos específicos: boletines, fichas técnicas, certificados, etc.
REBT: Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión
RITE: Reglamento de Instalaciones Térmicas
RIPCI: Reglamento de Protección Contra Incendios
ITCs: Instrucciones Técnicas Complementarias para gas, presión, etc.
Normativas locales y autonómicas
CTE y normativa urbanística
El desconocimiento de alguna de estas normas puede provocar retrasos, sanciones o incluso tener que rehacer parte de una instalación ya ejecutada.
Legalizar una instalación sin proyecto técnico es, en muchos casos, imposible. Pero incluso cuando no es obligatorio por ley, contar con un proyecto bien desarrollado facilita el proceso, reduce tiempos y evita improvisaciones.
En nuestra experiencia, los proyectos que entregamos incluyen todo lo necesario para la legalización: cálculos, planos, fichas técnicas, certificados CE, boletines eléctricos, justificaciones normativas y más.
Además, acompañamos al cliente durante:
Las inspecciones de Industria o del Ayuntamiento
La interlocución con compañías eléctricas o suministradoras
La entrega de documentación final
Las certificaciones y registros
Gracias a este trabajo previo, nuestros clientes consiguen licencias, permisos y puestas en marcha en menos tiempo, con menos costes y sin riesgos. Todo porque el proyecto técnico estaba bien hecho desde el inicio.
Uno de los grandes avances en el desarrollo de proyectos técnicos ha sido la introducción del BIM (Building Information Modeling). Este sistema nos permite modelar en 3D todas las instalaciones y ver:
Cómo se integran entre sí
Qué espacio ocupan realmente
Por dónde pasan conductos, cables o canalizaciones
Dónde hay colisiones o interferencias
En nuestros proyectos industriales, trabajamos con BIM desde la fase inicial. Así podemos:
Coordinar instalaciones eléctricas, mecánicas y estructurales
Optimizar espacio y rutas
Calcular cantidades y presupuestos de forma precisa
Reducir errores durante la obra
La metodología BIM no solo mejora el diseño, sino que acelera el desarrollo del proyecto técnico y su validación, porque todo está más claro, visual y conectado.
Hemos revisado numerosos proyectos técnicos de terceros que presentaban fallos graves. Algunos de los más comunes son:
Falta de justificación normativa: los cálculos no están respaldados por reglamentos.
Incompatibilidades entre instalaciones: por ejemplo, una canalización eléctrica que interfiere con un conducto de ventilación.
Desactualización de normativa: usar versiones antiguas del REBT, RITE, etc.
Errores en el dimensionado: cargas térmicas mal calculadas, secciones insuficientes.
No tener en cuenta futuras ampliaciones o cambios de uso.
Para evitar esto, trabajamos siempre con profesionales actualizados y con experiencia práctica, no solo teórica. Además, aplicamos revisión cruzada de proyectos por parte de diferentes especialistas del equipo.
El éxito de un proyecto técnico no depende solo del software ni de la normativa. Depende, sobre todo, del criterio técnico del profesional que lo desarrolla.
Un ingeniero especializado en instalaciones industriales aporta:
Conocimiento de la normativa, pero también del terreno y la realidad de obra
Visión global de todas las instalaciones que convivirán en el proyecto
Capacidad de anticiparse a problemas en fase de diseño
Seguridad en las decisiones técnicas tomadas
En nuestro equipo, el ingeniero no solo diseña. Participa en la toma de decisiones, en la relación con el cliente, en la coordinación con otros técnicos y en la supervisión de la ejecución. Y, sobre todo, trabaja en equipo con los arquitectos, estructuristas y legalizadores.
Si buscas especialistas en ingeniería y arquitectura, puedes conocer más sobre cómo trabajamos aquí.
Toda instalación, por compleja que sea, comienza con una buena planificación. Y esa planificación se materializa en un proyecto técnico sólido, claro y ejecutable. Desde nuestra experiencia desarrollando instalaciones para industrias, fábricas, centros logísticos y entornos complejos, sabemos que el éxito final depende de lo que se defina en la fase de diseño.
Cuando el proyecto está bien hecho:
Los instaladores trabajan más rápido y con menos errores.
La obra se ejecuta sin sorpresas ni sobrecostes.
El cliente obtiene su licencia a tiempo.
La instalación funciona como se espera.
Y cuando todo esto pasa, el resultado es un proyecto eficiente, legal, seguro y rentable, que cumple con su objetivo desde el día uno.