BREEAM es un método de evaluación de la sostenibilidad de edificios. Traducción a pie de obra: un sistema de puntos (créditos) que mide desde la eficiencia energética hasta la salud de los usuarios, el impacto de los materiales o la gestión de residuos. En España existe una adaptación local del esquema que aterriza requisitos y evidencias a nuestra normativa, clima y casuística de proyectos. Si trabajas en edificación industrial (naves, plataformas logísticas, plantas de proceso), BREEAM es especialmente útil porque ordena las decisiones clave desde el anteproyecto y deja un rastro documental que el activo necesita para su financiación, su explotación y su valor residual.
Las 10 categorías, explicado corto y útil: Gestión, Salud y Bienestar, Energía, Transporte, Agua, Materiales, Residuos, Uso Ecológico del Suelo, Contaminación e Innovación. Cada una suma créditos; al final obtienes un nivel (Correcto, Bueno, Muy Bueno, Excelente o Excepcional). En la práctica, BREEAM premia tres cosas: planificación temprana, pruebas medibles y coherencia entre diseño, obra y uso.
Cuando arrancamos una implantación con riesgos SEVESO y almacenamiento APQ, integramos desde el primer boceto los condicionantes de seguridad con los de climatización/ventilación y PCI. Esa visión holística nos evita “peajes” que luego restan créditos por ruido, consumo energético o emisiones.
No hace falta memorizar ponderaciones; lo estratégico es alinear categorías con las grandes decisiones: envolvente, sistemas térmicos, redes AT/BT, ventilación y recuperación, selección de materiales (con fichas ambientales), gestión de residuos de obra y plan de commissioning. Si modelas esas piezas core bien, el resto fluye.
Correcto/Bueno: cumplimiento ordenado.
Muy Bueno: ya hay intención energética y de materiales.
Excelente/Excepcional: planificación desde anteproyecto, commissioning serio, monitorización en uso y una envolvente/sistemas sobresalientes.
Nueva Construcción (NC): si proyectas/ejecutas obra nueva o ampliaciones relevantes.
En Uso (BIU): para activos existentes; muy potente si quieres medir, mejorar y revalorizar.
Vivienda / Urbanismo / A Medida: menos frecuentes en industrial, pero Urbanismo encaja en grandes implantaciones con viales, zonas verdes y parciales.
Cuando gestionamos ampliaciones de planta con fotovoltaica y nuevas bancadas de maquinaria, NC nos dio el lenguaje común para justificar la elección de sistemas, el plan de ruido y vibraciones y la prioridad de medidas pasivas antes de sobredimensionar equipos.
NC impacta más en CAPEX (decisiones de diseño, materiales, sistemas).
En Uso impacta más en OPEX (consumos reales, mantenimiento, confort, fallos).
Lo inteligente: diseñar pensando en el “día 2” de BIU. Sensores, subcontaje, accesibilidad a equipos y protocolos de mantenimiento suman ahora… y multiplican luego.
Si el proyecto incluye urbanización (aparcamientos, movilidad de personal, camiones, drenaje, biodiversidad), Urbanismo permite capturar créditos que en NC se quedarían cortos. Un buen plan de transporte del personal (lanzaderas, cargadores EV, aparcabicis) y la gestión de aguas pluviales marcan diferencias.
Estrategia (0–30%)
Fijar objetivo (p. ej., Muy Bueno hoy, Excelente si el plot y el presupuesto ayudan).
Seleccionar Asesor BREEAM y trazar matriz de créditos viable.
Integrar en BIM los requisitos que generarán evidencias (espesores, U-values, fichas, subcontadores, accesos mantenimiento).
Proyecto (30–60%)
Definir especificaciones que “amarren” créditos: materiales con DAP, plan de commissioning, plan de residuos, acústica, iluminación natural.
Coordinar MEP y estructuras para no penalizar salud/energía por decisiones tardías.
Ejecución (60–100%)
Libro de control: partes de recepción de materiales, gestión de RCD, pruebas de estanqueidad, protocolos de puesta en marcha.
Evidencias fotográficas y trazabilidad en BIM/gestor documental.
Entrega y uso
Manual del edificio, formación de mantenimiento, monitorización y plan de mejora continua (si irás a BIU).
Con metodología BIM tenemos plantillas para “evidencias BREEAM”: dejamos parametrizados materiales, fichas técnicas y subcontaje para que, al cierre de obra, el Asesor reciba un paquete “llave en mano” sin persecuciones de última hora.
El Asesor traduce el estándar a tu proyecto, valida evidencias y te guía en auditoría. Documentación que nunca debe faltar: memorias justificativas, plan de commissioning, fichas de materiales (con certificaciones), trazas de residuos, pruebas y actas.
Diseño: objetivo de nivel, matriz de créditos, simulaciones energéticas, acústica, luz natural, pre-plan de residuos y transporte.
Obra: registros RCD, albaranes con certificaciones, pruebas, fotos georreferenciadas, no conformidades y acciones.
Puesta en marcha: verificación de sistemas (HVAC, PCI), formación, manuales, plan BIU.
Prioriza pasivo: envolvente (cubierta, lucernarios, puentes térmicos).
Sistemas: HVAC de alta eficiencia, recuperación, estratificación controlada, destratificadores en grandes alturas.
Medida y verificación: subcontadores por usos (HVAC, iluminación, enchufes, proceso) y BMS simple pero útil.
En una plataforma con techos a +12 m, ajustar ventilación y destratificación nos dio un salto real de consumo y confort, y además créditos en Energía y Salud.
Estructuras con prefabricado y contenido reciclado ayudan en Materiales; detalla juntas y anclajes para facilitar desmontaje.
Plan de residuos con objetivos medibles y valorización real (no en papel).
Acabados: prioriza bajas emisiones (COV), especialmente en zonas de oficinas y vestuarios.
Nuestro equipo de cálculo de estructuras y cimentaciones especiales ajusta secciones para reducir materiales sin comprometer rigidez; esa optimización vale créditos y dinero.
La clave es compatibilizar normativa industrial con confort y energía: selección de equipos con baja ruidosidad, extractores eficientes y contenciones que no disparen cargas térmicas o ventilación innecesaria. Planifica accesos y mantenimiento desde diseño.
Trazabilidad: cada crédito tiene parámetros y evidencias enlazadas al modelo.
Colaboración: arquitectura–MEP–estructura ven el mismo “mapa de créditos”.
Cierre ágil: exportamos un paquete de evidencias listo para revisión.
Cuando probé a “modelar” el plan de commissioning (equipos, pruebas, responsables y fechas) dentro del modelo BIM, los plazos de cierre se redujeron y desaparecieron las “evidencias huérfanas”.
Enlace contextual recomendado: En proyectos reales de naves y plataformas, integro el diseño con la obra y la legalización de instalaciones junto a nuestros servicios de ingeniería y arquitectura industrial para asegurar evidencias BREEAM desde el día uno.
CAPEX más inteligente: evitar sobredimensionados y retrabajos.
OPEX más bajo: consumos medidos, mantenimiento preventivo, menos averías.
Personas: confort térmico/acústico y luz natural mejoran productividad y seguridad.
Activos: mayor valor de mercado, mejor financiación y métricas ESG demostrables.
En una ampliación con FV y nuevas líneas de proceso, planificar BREEAM desde el principio nos permitió justificar inversiones con retorno —no por “quedar bien”— y llegar a la auditoría con todo atado.
Depende de tipología y ambición. En industrial, planificar desde anteproyecto evita sobrecostes y acelera la auditoría. La gestión del Asesor y las simulaciones son partidas clave; el retorno llega en OPEX, financiación y valor del activo.
Memorias justificativas por crédito, fichas y certificados de materiales, plan de residuos, pruebas (aire, luz, acústica), commissioning y evidencias fotográficas ordenadas.
Sí, con BREEAM En Uso. Empieza con un diagnóstico y un plan de mejora por fases; muchas medidas tienen payback corto (iluminación, control, fugas de aire, confort).
Ambos son reconocidos. En España, BREEAM tiene una adaptación local muy alineada con normativa y clima. Si tu cartera/financiación exige uno en concreto, decide por el mercado objetivo del activo.
BREEAM no es un “papel”, es una metodología de proyecto que ordena decisiones y documentos. En industrial, si lo incorporas desde el anteproyecto, ganas en CAPEX, OPEX y valor del activo. Con BIM, commissioning y una matriz de créditos honesta, llegar a Muy Bueno es realista; Excelente y Excepcional requieren ambición, pero son alcanzables si todo el equipo rema desde el día uno.