Desde la primera reunión ponemos el foco en que la nave funcione para el negocio: cargas, logística, sectorización y futuras ampliaciones. Trabajamos en formato llave en mano con un único interlocutor, y si ya estás valorando opciones, aquí puedes ver cómo abordamos la construcción de instalaciones industriales. Empleamos BIM para reducir incertidumbre, alinear disciplinas y controlar coste y plazo desde el minuto uno.
Cuando necesitamos plazos predecibles, resistencia al fuego elevada sin tratamientos complejos y mantenimiento reducido, el prefabricado de hormigón suele ser la opción ganadora. Lo recomendamos especialmente en:
Industrial y logístico con luces medias-altas y altura libre definida (racks, altillos, puentes grúa).
Exigencias de sectorización y durabilidad (ambientes agresivos, golpes, tráfico interno).
Escenarios con fases de ampliación: el sistema modulado facilita crecer sin parar la actividad.
En nuestra experiencia, la clave está en definir cargas y usos al principio: sobrecargas de forjado/placa alveolar, puntos de anclaje para puentes grúa, huecos y reservas para instalaciones y lucernarios.
Viabilidad y compra de suelo. Con BIM preparamos layouts y radios de giro de trailers y grúas, y verificamos accesos y aparcamientos. Más de una vez este ejercicio nos ha evitado sobredimensionar la parcela.
Proyecto y permisos. Nos encargamos del análisis de necesidades, diseño arquitectónico y de instalaciones, licencias y permisos y tramitaciones. Tener un único interlocutor reduce tiempos muertos entre proyectista, fabricante y constructora.
Fabricación y logística. Coordinamos fabricación de pilares, jácenas, vigas delta, placas alveolares y paneles, y cerramos ventanas de transporte y izado para que el montaje sea continuo.
Ejecución y seguridad. Asumimos dirección facultativa, coordinación de seguridad y salud y control de calidad. Nuestro compromiso es la entrega en fecha pactada, con manuales de mantenimiento y certificados al cierre.
El mejor prefabricado fracasa con una mala cimentación. Por eso:
Arrancamos con geotecnia: definimos zapatas, losa o pilotes y, si hace falta, contención de tierras por fases.
Para maquinaria pesada, proyectamos bancadas y pernos con tolerancias de anclaje coherentes con el montaje.
En BIM vinculamos sondeos y cargas → reducimos desajustes entre estructura y obra civil.
Lección aprendida: reservar pasos y patinillos en losa/bancadas desde proyecto evita taladros de última hora y pérdida de garantías.
Pórticos y jácenas. Seleccionamos tipologías en función de luz y altura libre. Las vigas delta nos dan luces amplias con buen control de flecha.
Placa alveolar. Ideal para altillos y zonas de carga; dimensionamos con sobrecargas de uso real y consideramos huecos para montacargas y pasos MEP.
Cubiertas. Definimos pendientes, puntos de apoyo y lucernarios; coordinamos con instalaciones (evitando cruces con bandejas y conductos).
Puentes grúa. Preverlos a tiempo cambia el diseño de pórticos, ménsulas y arriostramientos.
Con el modelo federado detectamos colisiones y afinamos juntas y tolerancias para un montaje sin sorpresas.
Cerramientos: paneles macizos o sándwich, anclajes, remates y compatibilidad con puertas seccionales y muelles.
Fuego y sectorización: el hormigón prefabricado aporta resistencia al fuego alta; planificamos juntas cortafuegos y pasos sellados, y modelamos sectores para justificar el cumplimiento desde proyecto.
Cubierta: soluciones con aislamiento, lucernarios, exutorios y canalones dimensionados a la pluviometría local.
Electricidad AT/BT: diseñamos canalizaciones, cuadros y bandejas con reservas en estructura para evitar cruces imposibles.
Climatización y ventilación: rutas de conductos, cargas térmicas y coordinación con estructura y bandejas; los paseos 3D con obra eliminan interpretaciones.
PCI: sprinklers y BIEs con densidades y caudales; modelamos redes y zonificación para pruebas y legalización.
Aparatos a presión y utilidades: ubicaciones, accesos y válvulas de seguridad; documentación ligada al objeto para inspecciones.
Nuestra metodología BIM nos permite visualizar el proyecto completo antes de iniciar la obra, detectar problemas y gestionar costes minimizando desperdicios y optimizando recursos.
Coste orientativo: lo calculamos por sistema (estructura, cerramiento, cubierta, MEP) y condicionantes (luz/altura, sectorización, puente grúa, urbanización).
Plazo: de la firma a la puesta en marcha, el prefabricado suele acortar semanas por la fabricación en paralelo y montaje rápido.
KPIs que seguimos:
% colisiones resueltas antes de obra (objetivo >90%).
RFIs por semana (tendencia a la baja con CDE disciplinado).
Desviación de coste/plazo vs. línea base.
Incidencias de post-entrega en el primer trimestre.
Layout antes de comprar la parcela. Simular accesos y radios de giro nos permitió ajustar el tamaño del solar y ahorrar en urbanización.
Sectorización sin sorpresas. Modelar juntas y pasos sellados redujo retrabajos al instalar PCI y bandejas.
Bancadas de maquinaria. Coordinar pernos y reservas en BIM evitó taladros y paradas en fase de montaje.
Construir una nave prefabricada de hormigón no va de “poner pilares y paneles”, sino de tomar buenas decisiones desde la viabilidad hasta la puesta en marcha. Con un único interlocutor, metodología llave en mano y BIM como hilo conductor, logramos plazos fiables, costes controlados y una nave preparada para operar… y crecer.
Si priorizas fuego, durabilidad y mantenimiento, el hormigón suele ganar; si necesitas ligereza extrema o cambios muy frecuentes, puede convenir metálica.
Con vigas delta/jácenas podemos lograr luces amplias con buen control de flecha; la altura libre la fijamos por uso (racks, puente grúa, altillos).
La fabricación en planta y el montaje continuo con grúa suelen reducir semanas frente a sistemas in situ.
Con modelo federado: AT/BT, climatización y PCI se resuelven en 3D antes de obra, dejando reservas definidas en estructura y cerramientos.
Nosotros: gestionamos permisos, dirección facultativa, coordinación de seguridad y entrega con manuales y certificados.